¿Quién no se acuerda del odio de Mafalda por la sopa? Pues aunque este personaje nos ha dado siempre muchas lecciones valiosas, sobre la sopa se equivocaba. Muchos nutrientes, versátil, económica, ideal para los meses de frío y pocas calorías…. Todo esto es sinónimo de SOPA.
La sopa es una de las primeras recetas de la humanidad. Una vez descubierto el fuego, el hombre colocó los alimentos en agua para ablandarnos; con lo cual la sopa fue el principio de todo.
Cuando hace mucho frío comer ensaladas no es del gusto de todos y por eso la sopa es una excelente opción como plato caliente. En un plato de sopa buscamos concentrar el máximo de nutrientes sin que esto suponga un exceso de grasas o calorías.
Puntos a favor de la sopa
1. Bajo contenido en grasas: al prepararlas de manera casera sin agregar cubitos ni caldos de brick, las protagonistas absolutas, son las hortalizas.
2. Versátil: permite incorporar alimentos de distintos grupos en una misma preparación, tales como: carnes, pollo, pescado, arroz, pasta, legumbres, cereales, verduras y hortalizas.
3. No se pierden nutrientes: todos aquellos nutrientes que contienen los alimentos pasan al caldo de cocción… ese caldo nos lo bebemos.
4. Ayuda a saciarnos: comenzar con una sopa la comida y la cena nos aporta saciedad y evita que nos excedamos en los platos que comemos a continuación.
5. Nos ayuda a incrementar los liquidos que bebemos en el día: ideal para aquellas personas a las que les cuesta beber agua.
Según su aporte calórico podemos clasificar las sopas en:
1. Sopa crema: son las de mas alta densidad calórica, no adecuadas para quienes quieren mantener o perder peso. Se puede hacer una adaptación, preparando una sopa de verduras y licuarla posteriormente.
2. Sopas a base de caldo: son las mas bajas en calorías y se elaboran con diferentes hortalizas como base. Algunos ejemplos:
a. De tomate: es muy rica en licopeno, un pigmento que es el responsable del color rojo de los tomates y debido a su poder antioxidante ayudaría en la prevención del cáncer de pulmón, próstata y tracto digestivo; además de ser saludable para el corazón.
b. De calabaza: contiene otro pigmento, el betacaroteno que le confiere el color amarillo-anaranjado a la calabaza. Estos antioxidantes contrarrestan la acción de los radicales libres; proceso fundamental en la prevención del desarrollo de cataras y enfermedades cardiovasculares.
c. Sopa de cebolla: los compuestos azufrados que contiene son también antioxidantes muy beneficiosos para fortalecer el sistema inmunitario, la salud del corazón y prevenir el cáncer de estómago.
Además de hortalizas, las sopas pueden incluir distintos tipos de carnes, legumbres, cereales integrales, y de este modo convertirse en plato principal de la comida o la cena.
Procura agregar hortalizas de colores diferentes de esta manera te asegurarás de preparar un plato super nutritivo!!
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