Los niños obesos de hoy con mucha probabilidad serán adultos obesos. Sin embargo, esto no se reduce a una simple cuestión de peso sino a que actualmente vemos niños padeciendo enfermedades de adultos como el hígado graso, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y los niveles elevados de colesterol y triglicéridos. Si pensamos que a su corta edad estas patologías están ya presentes… podemos imaginarnos el daño que producirán estas enfermedades durante su larga evolución y como se verá afectada su calidad de vida en los próximos años. Hoy hablamos sobre la obesidad infantil.

Posibles causas de la obesidad infantil

Esta epidemia de obesidad infantil es multicausal, lo cual hace indispensable un abordaje del problema desde el núcleo familiar hasta las acciones gubernamentales en materia de salud pública y la participación de la industria alimentaria para poder ponerle freno.

Se calcula que un 40% de la obesidad obedece a causas genéticas y el 60% restante radica en lo que denominamos ambiente obesogénico, el cual incluye:

 

  • Costumbres asociadas a la comida y la presión social generada por las mismas.
  • Estilo de alimentación en el hogar.
  • Estados de ánimo: frustración – enojo – cansancio – ansiedad.
  • Nivel de educación y pobreza.
  • Medicamentos: algunos antidepresivos, corticoides, hormonas.
  • Microbiota intestinal: desequilibrio en la flora intestinal.
  • Falta de sueño.
  • Mayor uso de la tecnología.
  • Sedentarismo.
  • Edad materna en la gestación.
  • Alimentación de la madre durante la gestación.
  • Genética.
  • Uso de calefacción y aire acondicionado.
  • Mayor tamaño de las porciones.
  • Sobreexposición a comida basura.
  • Comida ultraprocesada, económicamente mas accesible y con un fuerte soporte de marketing a su alrededor.

Los peligros de la comida ultraprocesada

Este tipo de comida se caracteriza por:

1. Exceso de grasas saturadas y trans.
Produce:
-Síndrome metabólico.

2. Exceso de azúcar.
Produce:
-Incremento de la infiltración de grasa en el hígado: hígado graso.
-Resistencia a la insulina: el páncreas necesita trabajar mucho más para bajar los azúcares de la sangre; por tanto, produce mas insulina, más apetito y un mayor almacenamiento de grasas en el cuerpo.
El efecto del exceso de azúcar en el hígado es un efecto tóxico similar al producido por el consumo elevado de alcohol.
-Es adictiva.

3. Exceso de sal
Produce:
-Retención de líquidos.
-Aumento de la tensión arterial.
-Enfermedad cardiovascular por endurecimiento de las paredes arteriales.
-Mayor apetito.

4. Deficiente en micronutrientes
La cantidad no es calidad y pese a tener una elevada densidad calórica y de macronutrientes, el consumo habitual de este tipo de comidas conduce a déficit de Vitaminas A, D, E, C, zinc, hierro, selenio, entre otros.

Estas carencias vuelven mas vulnerable a cualquier organismo frente enfermedades; y en este caso aun más debido a que se trata de un metabolismo elevado que requiere de una alimentación completa para crecer y desarrollarse saludablemente.

 

Cómo podemos mejorar la alimentación de los pequeños de la casa

 Los padres son el ejemplo a seguir. No es tan importante lo que dicen a sus hijos sino lo que sus hijos los ven hacer cotidianamente. Cuidarte es la mejor lección que puedes darles.

Tener siempre disponible en la nevera frutas, verduras, hortalizas, lácteos desnatados para cuando el pequeño tenga que elegir que quiere comer.

Optar por comida simple, en lo posible casera o mínimamente procesada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes realicen a diario un mínimo de 60 minutos de actividad física, asegúrate de que “se mueve” cada día.

Reflexiones finales sobre la obesidad infantil

Dedicar tiempo a la alimentación de los niños es un tiempo de calidad y la mayor inversión para su salud futura.

– Muchos padres no consideran que sus niños presentan sobrepeso u obesidad; se produce una mirada distorsionada, por tanto, no dudes en consultar con un profesional que objetivamente valore nutricionalmente al pequeño.

– Solo es malo lo que se consume en exceso.

– Hay poco tiempo para comprar los alimentos y prepararlos, esa es nuestra realidad; pero debemos pensar en qué invertirlo para sacar el mejor provecho a mediano y largo plazo. Piensa en la relación costo/beneficio.

– Nada es tan contagioso como el ejemplo.