Que los niños coman alguna chuche ocasionalmente no esta mal, el problema una vez mas no tiene que ver con el alimento en sí, sino con la frecuencia y las cantidades en que se consume dicho alimento. ¿Cómo podemos enseñar a los niños a gestionar la sobreexposición a la comida rápida? Reconozcamos que esto no es solo una cosa de niños… qué difícil nos resulta gestionar estos alimentos siendo adultos, ¿cómo no va a ser también complicado para ellos?
Si incorporamos estos gustos dentro de la planificación semanal de comidas del niño, le enseñaremos a darse cuenta de que son gustitos para disfrutar en determinados momentos, pero no para nutrirse con ellos. No es recomendable prohibir, pero si dar todas las herramientas al niño para saber gestionar la sobrexposición a estos alimentos (publicidad, influencia del entorno, máquinas expendedoras, tiendas de alimentación, etc)
No podemos decirles “no comas chuches” y a la vez darles dinero para que se compren “algo”. Tenemos que ayudarle a elegir en una tienda de chuches lo menos malo, darle alternativas para gestionar estos momentos y, como no debería de ser algo excepcional, asegurarnos de que lleve lo que necesite para comer entre horas de casa.
Lo mejor es incorporar estos “alimentos especiales” como postre, merienda o tentempié un par de veces en la semana y con la premisa de saborear, masticar despacio y disfrutar de lo que esta comiendo, sin ansiedad.
Lo mismo sucede con refrescos, zumos envasados, galletas, bollería, patatas fritas, snacks, hamburguesas, pizzas, perritos calientes, comida rápida…. Son una realidad que está al alcance de todos, por su sobreoferta, su bajo precio y su inmediatez, lo mas sensato es que aprendan desde pequeños a enfrentarse a ello. No olvidemos que este es una de las mayores dificultades en la alimentación de nosotros, los adultos.
Opciones saludables a las chuches
Mientras hacemos esto, no dejemos de ofrecerles otras opciones mas saludables para que diversifique su alimentación, pruebe nuevos alimentos y pueda también disfrutar de un sabor dulce sin una gran carga de azúcar, por ejemplo:
• 1 yogur con frutas
• 1 puñado de frutos secos y frutas deshidratadas
• 1 copa de frutas con baño de chocolate puro
• Arroz con leche casero
• Batido de frutas
• Bizcocho casero con frutas
• Tortitas de huevo y avena con mermelada de frutas (con frutas congeladas y en unos minutos al microondas, la tienes lista!!)
• Macedonia de frutas con yogur y nueces picadas
• Leche con avena y frutas
Puntos importantes a tener en cuenta
• No usar la comida como premio o castigo.
• Evitar el picoteo. Es mejor establecer 5 comidas al día y no comer desordenadamente en cualquier momento y cualquier cosa, por tanto, es necesario el siguiente ítem.
• Planificar el menú de los niños y establecer horarios para las comidas.
• No saltarse comidas.
• Evitar el sedentarismo: sumar pasos, deportes como actividades extraescolares. Que el niño se aficione a mover su cuerpo es uno de los seguros de salud mas eficaces para su futuro.
• No comer delante de la televisión, la consola o el móvil.
• No dar dinero a los niños para comprarse lo que quieran, antes de dar este paso debemos educarles en aquello que es mas conveniente y adecuado para que hagan mejores elecciones.
• Comer en familia cuando sea posible.
• Controlar el tamaño de las porciones.
• Valorar lo cocinado en casa.
• Limitar y reducir a ocasiones muy puntuales las necesidades de chuches.
• Felicitar a los peques por sus logros sin que en esto tenga que ver la comida.