Planificar la compra es más importante de lo que parece. Seguro que alguna vez has ido rápido al súper, llenado el carro hasta arriba pensando que tenías de sobra de para una o dos semanas, y al llegar a casa te has dado cuenta de que sólo llevas caprichos y que la mitad de lo que necesitabas te lo has dejado. Hoy te voy a contar cómo planificar tu compra siguiendo una serie de pasos que van un poco más allá del típico «no vayas a comprar con hambre».
Beneficios de planificar tus compras
Tomarte un pequeño tiempo antes de ir al supermercado tiene múltiples beneficios:
– No caerás en la tentación de comprar alimentos poco apropiados para tu dieta.
– Ahorrarás al comprar justo los alimentos que necesitas para la semana, sin productos innecesarios y poco saludables.
– Evitarás el desperdicio de comida al no comprar alimentos que no tienes la capacidad de consumir o almacenar.
Pasos para hacer una buena compra
Antes de salir de casa
Toma un lápiz y papel y echa un vistazo a lo que tienes en la nevera y la alacena. Piensa qué harás para comer y cenar durante los siete días de la semana. Haz una lista, , así solo comprarás lo necesario y evitarás las compras compulsivas.
Recorrido inteligente
Comienza por los artículos de limpieza y perfumería. Después los alimentos secos y no perecederos (harina, aceite, pasta, legumbre..). Es el momento de poner el carro los alimentos frescos o perecederos (fruta y verdura). Por último, los refrigerados y congelados (lácteos, carne, pescado…). Es conveniente embolsar estos últimos para evitar que goteen o se derramen.
¡Ojo con las ofertas!
Las ofertas son estupendas siempre que estés seguro de poder almacenar correctamente y consumir todo lo que estás comprando. Ten en cuenta que los descuentos están pensados para que consumas más de lo que necesitas. Si al final, de esos dos paquetes que compraste con el 70% de descuento en el segundo, tienes que tirar gran parte porque se te puso malo, la oferta termió por hacerte perder dinero.
En su justa medida
Los productos perecederos (aquellos que tienen fecha de caducidad) se venden en diferentes formatos. Elige el que mejor se adapte a tus hábitos.
Los productos frescos es mejor comprarlos en pequeñas cantidades y con mayor frecuencia.
Al llegar a casa
Nunca dejes pasar más de dos horas entre la compra y su alamacenamiento en casa. Vuelve lo más directo posible para no perder la cadena de fŕio de los alimentos refrigerados y congelados.
Guarda los alimentos no perecederos en un lugar seco, bien ventilado y que no reciba rayos del sol. Es importante que no se almacenen junto con productos de limpieza o aseo para evitar contaminaciones.
No guardes en tu nevera alimentos calientes. Mantén limpio y seco el cajón de frutas y verduras ya que los restos contribuyen a deteriorar alimentos en perfecto estado.
Consumo preferente
Es recomendable cocinar y comer los alimentos que tengas por su fecha de caducidad, come antes lo que caduque en primer lugar. Así te aseguras de no desperdiciar nada.
Si te sobra comida
Has pensado el menú, has hecho la receta y ¡calculaste mal! No importa, congelar los alimentos es un medio efectivo para su conservación. Se pueden congelar productos frescos o elaboraciones, pero mejor si lo haces en porciones separadas. De esa forma, podrás descongelar posteriormente sólo lo que vas a consumir en ese momento.