¿Estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para fortalecer mi sistema inmunitario? En caso contrario mi fragilidad ante un virus o cualquier otra enfermedad sea de tipo infeccioso o no, será mayor. ¿A qué me refiero al decir que no seamos los huéspedes ideales? Empecemos por explicar que es la triada ecológica y luego te planteo unas sencillas preguntas.
La Triada Ecológica
Para explicar los factores que desencadenan una enfermedad infecciosa, existe lo que se denomina en epidemiología Tríada Ecológica.
En el caso del covid, el agente causal será el virus.
El ambiente serían las condiciones del medio en el que tiene lugar la infección, siguiendo con el ejemplo: temperatura, contaminación ambiental, acceso a agua potable, disponibilidad de alimentos, tiempo de exposición al virus, etc
Y en tercer lugar el huesped, es decir quien padece la enfermedad a causa del virus en un determinado ambiente. El huésped es clave en el desarrollo y curso de la enfermedad. Todos somos huéspedes potenciales.
La inmunidad del huésped es clave en el desarrollo y curso de la enfermedad. Si nuestra respuesta inmune es deficiente mayor impacto tendrá la enfermedad en nuestra salud.
No seamos los huéspedes ideales: cómo fortalecer nuestro sistema inmunitario
Antes de pensar en suplementos o productos que podamos comprar para fortalecer nuestras defensas por qué no pensamos en qué estamos haciendo día a día para fortalecer nuestro sistema inmunitario. Siempre pienso que es mejor ir de lo más cotidiano a lo más complejo. Es decir, modifiquemos aquello que está a nuestro alcance, aquello que hacemos todos los días (y que por tanto a largo plazo tendrá un impacto enorme!); y una vez conseguido este objetivo podremos seguir trabajando para optimizarlo.
Preguntas que debemos hacernos:
- ¿Cómo estoy comiendo?
- ¿Mi estado nutricional es bueno
- ¿Tengo un peso saludable?
- ¿Tengo exceso de grasa en mi abdomen?
- ¿Es adecuada la cantidad de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres que consumo?
- A pesar de estar confinados y de que es invierno: ¿estoy saliendo a la calle a respirar aire fresco y algunos rayos de sol (cuando toca un lindo día)?
- ¿Estoy haciendo actividad física?
- ¿He pensado ya en cuándo dejaré el tabaco?
- ¿Cuánto alcohol estoy consumiendo?
- ¿Estoy tratando mi problema de colesterol, hipertensión, glucosa elevados?
- ¿Presto la suficiente atención a mi salud mental?
- ¿Duermo bien, mi sueño es reparador?
En definitiva, ¿estoy siendo consecuente con lo que entiendo es mejor para mi salud?
Traducido en términos de inmunidad: ¿estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para fortalecer mi sistema inmunitario? En caso contrario mi fragilidad ante un virus o cualquier otra enfermedad sea de tipo infeccioso o no, será mayor.
Llegados a este punto propongo que seamos egoístas en el mejor sentido de la palabra, pensemos en nuestra salud ahora mismo, ¿quien lo hará sino? No somos inmortales, pero si que podemos construir una mejor salud, ser menos vulnerables a la enfermedad o a sus consecuencias; y del mismo modo que fortalecemos nuestra mente o nuestros músculos, podemos fortalecer nuestra inmunidad.
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