Muchas veces oigo en consulta: «¿por qué no puedo recuperar el peso que tenía hace algunos años?». Recuerda que cuando hablamos de ganancia o pérdida de peso nos referimos al incremento o reducción de nuestra grasa corporal.

La grasa corporal y por qué no puedo recuperar mi peso

Las células grasas se conocen como adipocitos y tienen este aspecto:

adipocitos

Cuando “engordamos” los adipocitos aumentan hasta 5 veces su tamaño inicial, este proceso se conoce como hipertrofia y además se multiplican unas 5 veces, lo que se conoce como hiperplasia.

Hiperplasia, hipertrofia y efectos metabólicos de los adipocitos. Imágenes: Iñaki Milton y María Puy Portillo.

En síntesis: mas células grasas y de mayor tamaño cada una…

Pues bien, al bajar de peso los adipocitos reducen su tamaño, ellos “adelgazan” al igual que nosotros; pero no desaparecen.

Nunca volveremos a tener un número tan bajo de este tipo de células; aquí radica la importancia de no subir y bajar de peso constantemente y la dificultad para alcanzar el anhelado peso de décadas anteriores.

Otro factor importante es el lugar en el cual está ubicada la grasa. En este sentido la obesidad puede clasificarse en:

Obesidad ginoide
• la grasa se localiza en la zona inferior del cuerpo: caderas, muslos, glúteo.
• se conoce como obesidad “tipo pera”
• característica de las mujeres; por causas de tipo hormonal esta grasa está disponible para proporcionar energía durante el embarazo y la lactancia

– Obesidad androide
• la grasa se localiza en la zona central del cuerpo: abdomen.
• se conoce como obesidad “tipo manzana”.
• característica de los hombres, en las mujeres la distribución de la grasa adquiere esta forma después de la menopausia.

Esta última conocida también como obesidad central es la mas peligrosa ya que implica una mayor proporción de grasa subcutánea y visceral. La grasa se va infiltrando en tejidos cada vez mas profundos llegando a órganos tan importantes como el hígado o el corazón. El riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares se incrementa. Es frecuente que el paciente presente además diabetes, gota e hipertensión arterial.

Para comprender mejor cómo la grasa “invade” tejidos mas profundos observa la siguiente imagen:

La grasa subcutánea está localizada por debajo de la piel y por encima de los músculos del abdomen. Por el contrario, la grasa visceral es la más profunda y se dispone por debajo de los músculos abdominales.

En la siguiente imagen que muestra un corte transversal se observa mejor la “infiltración” de la grasa visceral rodeando a los órganos:

Piensa que la grasa visceral invade órganos y por supuesto las arterias de pequeño y gran calibre que los irrigan… El hombre tiene la edad de sus arterias.